Un reporte de la entidad financiera advierte que las ganancias laborales de la generación pandemia podrían disminuir en 11% debido al rezago educativo generado por la covid-19; el impacto para el PIB sería de hasta 25 por ciento.
Blanca Juárez Y Felipe Morales Fredes| Foto: Cuartoscuro | El Economista |18 de agosto de 2021, 08:13. Si no hay un retorno a la educación presencial en el corto plazo, la generación actual de niños, niñas y adolescentes en México tendrá pérdidas salariales en su vida laboral adulta superiores a 3.8 billones de pesos debido al rezago educativo causado por la pandemia en su formación y desarrollo de habilidades, concluye una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La institución advierte que el cierre de escuelas por la emergencia sanitaria por la covid-19 en México ya causó estragos en los ingresos que recibirán los actuales estudiantes en su etapa de mayor productividad laboral, y éstos aumentarán de posponer el regreso a clases. La población indígena será la más afectada.
De acuerdo con la investigación El impacto de la pandemia covid-19: Sus consecuencias educativas y laborales a largo plazo, sus autores pronostican una disminución en los ingresos salariales de esta generación de 11.1% a lo largo de su vida, en promedio. La población afectada es de más de 28.8 millones de estudiantes de entre 6 y 18 años de edad.
“La situación de la educación en México antes de la pandemia tenía retos significantes en acceso, equidad, eficiencia y sobre todo de calidad”. Pero con la pandemia, los desafíos se multiplicaron, “la falta de clases presenciales limitará el aprendizaje, en particular de la población más vulnerable”, advierten.
En América Latina, Chile, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay y Costa Rica han reiniciado clases presenciales en algunas zonas y en modelos híbridos, según el Observatorio a la Gestión Educativa. En Nicaragua las escuelas nunca cerraron. Recientemente, la oficial de Educación de UNICEF en México, Paola Gómez, declaró que el regreso a las aulas no ha significado un alza en el contagio de estudiantes.
La pandemia aumentará el rezago educativo que ya padecía una parte de la población mexicana, pero también el que se tiene como país frente a naciones desarrolladas, señala el informe. Todo esto abonará para incrementar la desigualdad económica y disminuir la productividad y el crecimiento económico en el mediano y largo plazo, apuntan los investigadores Alejandro Morduchowicz y Vicente A. García Moreno.
«Después de un año del cierre de escuelas por la pandemia, las decisiones de política educativa han generado incertidumbre respecto al regreso a la educación presencial. Como resultado se pronostica un impacto en las ganancias laborales de los actuales estudiantes del 11.1% a lo largo de la vida de las generaciones afectadas. Lo anterior, derivado del cierre de escuelas desde marzo del 2020 hasta el mes de junio del 2021 donde finaliza el año escolar 2020-2021 en la modalidad remota», puntualizan.
Los datos aportados por el estudio proyectan que, sin covid-19, la población actual de estudiantes generaría en su vida laboral 59 billones de pesos, cerca de 2 millones de pesos per cápita. La pandemia y su impacto en la formación del capital humano han tenido ya un costo de 3.8 billones de pesos, o una pérdida en ingresos laborales a nivel individual de 132,000 pesos.
Por ejemplo, detallan los especialistas, el cierre de escuelas en el ciclo escolar 2019-2020 implica que, al momento de incorporarse al mercado laboral, el estudiantado actual tendría una pérdida de 3.68% de su salario, en promedio. Si a esto se le suman los estudios remotos del ciclo 2020-2021, la merma se podría incrementar hasta un nivel de 10.59% por persona, «suponiendo que las medidas de mitigación logran que se pierda sólo el 50% de los conocimientos del ciclo».
En tanto, la economía mexicana perdería el equivalente a 16.6% del PIB de un año durante la vida laboral de esta generación tan sólo por el bajo aprovechamiento escolar del ciclo 2019-2020. Sin embargo, en el acumulado de 1.3 ciclo escolares bajo la pandemia el impacto pordría ser de hasta 25% de un año del PIB.
«Los resultados muestran que mantener a las niñas, niños y jóvenes en la escuela es la intervención necesaria para mitigar el efecto del abandono a causa del covid-19, sobre todo en la población más vulnerable. Si los mantenemos en la escuela, tendrán más capital humano», se expone en el documento.
Sin computadora, Internet ni tiempo
En su estudio, los investigadores del BID refieren otras proyecciones sobre la pérdida económica por el cierre de las escuelas. Las metodologías para calcularla varían, pero todas coinciden en que habrá un daño de grandes magnitudes. George Psacharopoulosis, investigador sobre la economía de la educación, ha estimado que la caída para el PIB mundial por el rezago educativo sería de 18%, o 15.1 billones de dólares.
Una investigación de Miguel Székely, exsubsecretario Educación Media Superior del país, indica que los hombres tendrían una disminución de 7.7% en su ingreso, mientras las mujeres, una caída del 3.3 por ciento. Aunque la brecha salarial entre ambos ya es de hasta 35%, según el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres)
El cierre de las escuelas en México inició el 20 de marzo de 2020 y un mes después el gobierno federal lanzó el programa Aprende en Casa, transmitido por televisión abierta e Internet. Y en el mejor de los casos, las y los estudiantes continuaron su educación desde sus hogares. Sólo una de cada 10 familias pobres tiene una computadora y dos de cada 10 cuentan con acceso a Internet, según el estudio.
Para el BID los hogares “con menos ingresos son aquéllos que no sólo tienen menos recursos educativos, sino también las capacidades y el tiempo de los padres es más limitado”. Sin embargo, los papás que trabajan en México dedican, en promedio, poco más de una hora a la semana a cada niña o niño, según la Encuesta Nacional sobre el uso del Tiempo (ENUT 2014).
Las mamás con trabajo remunerado destinan casi tres horas y media a cada hija o hijo. Las madres que hacen trabajo del hogar no remunerado ocupaban poco más de tres horas y media, también por persona.
¿Y si repetimos el año?
Los salarios aportan un valor al Producto Interno Bruto del país. Y si estos disminuyen, baja también su contribución. Pues bien, tan sólo porque de marzo a junio de 2020 las clases fueron virtuales, la aportación que esa generación de estudiantes daría al PIB mediante sus sueldos será 8.4% menor. Pero por el ciclo escolar 2020-2021 la caída podría ser de hasta 25 por ciento.
En su investigación, Morduchowicz y García Moreno analizaron un escenario que muchos países se han planteado: que las y los estudiantes repitan el grado. Esta decisión no evitaría pérdidas salariales en su vida futura, pero serían menores. En términos del PIB de un año, la caída sería de 5 por ciento.
Esta opción “es viable y sin tanto costo en términos salariales, pero representa un costo para el Estado ya que se trata de financiar un año más a toda esta población. Quitar un año productivo al final de la vida laboral no impacta tanto como el disminuir la escolaridad a lo largo de la vida laboral”.
Ante este panorama, concluyen los especialistas, el desafío es definir acciones que permitan mitigar el impacto eventual sobre la generación escolar actual. Algunas alternativas son modalidades híbridas de clases que combinen sesiones presenciales y remotas, la reapertura de escuelas en zonas de bajos índices de contagios y mayor seguimiento de las y los estudiantes que no pudieron mantener un vínculo con el sistema educativo en lo que va de la pandemia.